Epilogo

Hola, bueno, ustedes lo piden, yo lo cumplo jiji aqui el Epilogo, ojala y les guste, me divertí haciendo esta nove y pronto vendra otra n.n la extrañare, entes que nada le are unos arreglos al blog, lo cambiare o... algo asi jijiji que tengan un lindo dia, gracias por todo...

Tw: @lorespos_AS
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EPILOGO

CINCO AÑOS DESPUÉS

PETER

Era un día lindo y yo llegaba con regalos en las manos, regalos que les daría a mi tres hijos por la navidad, un día hermoso en la familia

-Llegue – grite mientras cerraba la puerta y mis dos pequeños corrían a abrazarme

-Papa, ¿Qué trajiste? – pregunto Agustín entusiasmado

-Regalos para esta noche

-Quiero ver el mío – gritaron los dos al unisonó

-No, nada de ver, está en la noche los podrán abrir – dije con una sonrisa, los dos eran tan hermosos

Me miraron tristes y con una carita de suplica

-¿Donde está su mama? – pregunte esperando que ella saliera por una de las habitaciones y viniera a recibirme con un beso

-Está en la cocina, cuidando a Sol

-Sí, nos dijo que no podía jugar con nosotros – contesto Santino un poco molesto – ella es su favorita y a nosotros ni caso nos hace

-Niños recuerden que Sol necesita mucho cuidado, vallan hablarle, ¿pueden?

-Si, yo le digo – dijo Agustín saliendo de allí y Santi sentándose en uno de los sillones encendiendo la televisión

Escuche como Agustín la llamaba por su nombre ya que nunca le ocultamos que Lali no era su mama, pero ella insistía de que dejara de llamarla así

-Por dios, Agus, cuantas veces te tengo que decir que me digas mama – escuche como lo retaba y Agustín solo se reía

-Lo siento, Lali, me sale así – escuche los pasos de de tres personas que venían para el living

-Hola mi amor – me dijo con una sonrisa, esa sonrisa que me podía tanto

-Hola hermosa – me levante de donde estaba agarrándola por la cintura y besándola tiernamente

-Hiuuu… - escuche decir a dos pequeños con asco, haciendo que me riera mientras seguía besando al amor de mi vida

Sentí como alguien me sostenía la mano haciendo que volteara a ver a una pequeña de diez años, hermosa, sonriéndome

-¿Qué pasa preciosa? – Sol me hizo una señal para que me agachara a su altura, e hice lo que me dijo para luego sentir un hermoso abrazo por parte de ella – Sol, yo también te quiero – dije sonriendo, aprendí a comprender todo lo que sol me decía, ante esos hermosos gestos

Todo era perfecto en mi vida, Lali pudo curarse, y nunca volvió a tener sus ataques de crisis, con Paula estábamos más que bien, por fin pudo decidirse y veía a su hijo una vez a la semana, mis amigos nos visitaban a menudo con regalos para los niños, y Candela estaba esperando un hijo de Augusto, hace cuatro años me case con la hermosa mujer que tengo alado, y mis tres hijos y yo la pasamos muy bien

-¿En qué pensas? – me pregunto Lali sacándome de mis pensamientos

-Emm… en nada, solo trato de guardar este hermoso momento

-Todos mis momentos son hermosos si estas vos – me dijo dulcemente haciendo que le hiciera un sonrisa y le diera otro beso, para escuchar otro coro de “Hiuuu…”

-Asco – escuche decir a Santino

-Vamos Santi, juguemos futbol, apuesto a que te gano

-No, vos no me vas a ganar

-¿Por qué no se llevan a Sol a jugar con ustedes? – pregunte pensando en que me dirían que no, pero al parecer me equivoque

-Claro, vamos hermana, sos de mi equipo, le vamos a patear al trasero a Agustín

-Santino, no hables así

-Perdón mama – dijo haciendo que me riera y Lali me miro seriamente, vio como Santi agarraba de la manito a su hermana y la llevaban al patio a jugar

-.-

La noche llego y todos nuestros amigos ya estaban en la casa para celebrar la navidad no podía pedir mas, amaba ver a toda mi familia reunida

La noche era perfecta, vi la pancita de Cande que estaba creciendo, tenía siete meses de embarazo y Lali se veía muy feliz porque iba hacer Tía, lo que me ponía más feliz a mi

La noche pasaba rápido y los niños no pudieron esperar más para abrir los regalos así que todos fuimos a verlos, me encantaban sus expresiones cuando los abrían, eran perfectos, no podía creer la maravillosa familia que tenía

Después de unas cuantas horas llego la hora de cenar, la comida ya estaba en la mesa, todos nos sentamos y yo trate de que mis dos pequeños dejaran los juguetes y se sentaran; cuando por fin terminamos, Lali me miro tiernamente con los ojos brillosos, no sé que le pasaba, pero se veía bastante cansada, tenía miedo que se pudiera enfermar

-¿Mami, ya estás bien? – pregunto santino mirándola dulcemente ¿Qué demonios?

-¿Qué? – pregunte un poco asustado de que algo le pasara a Lali

-¿De qué hablas mi amor? Yo estoy bien

-Pero si en la tarde estabas vomitando – todos observamos a Lali sin entender a lo que Santino se refería

-¿Qué? ¿Lali te sentís mal?

-No, Peter, estoy bien

-¿Segura? ¿no queres que vallamos al doctor mañana? – Lali me hizo una sonrisa

-Vos siempre cuidándome, no, no necesito ningún doctor, estoy bien – la mire suplicante para que me dijera que le pasara, así que suspiro y se levanto haciendo que todos la miraran

-Bueno… quería guardarlo para año nuevo – dijo con una sonrisa dulce – pero al parecer, mi hermoso hijo arruino la sorpresa – Lali observo a Santi con una mirada acusadora pero a la vez divertida y llena de amor – Chicos, hace unas semanas fui al doctor, claro, sin que vos te dieras cuenta – me miro – y el doctor me dijo que tengo dos semanas…

-¿Qué? – dije tratando de no entusiasmarme ante lo que pensaba

-Sí, Pitt, estoy embarazada – me levante ante hermosa noticia, no, otro ángel, sería mucho para nosotros, otro hermoso ángel, era para mi extraordinario

Escuche como Cande gritaba y corría abrazar a mi mujer, y todos haciendo lo mismo, como mis hijos veían a Lali con una sonrisa, y cantando “Vamos a tener otro hermanito” como Sol se paro y abrazo a su mama dulcemente, mientras yo no podía hacer nada, me había quedado paralizado ante hermosa noticia

-Vos no me vas a decir nada Peter – me dijo observándome, yo la observe por varios segundo sintiendo como mis ojos hormigueaban para que las lagrimas empezaran a salir, después la abrace con tanta fuerza como si mi vida dependiera de ello

-Vos me queres hacer el hombre más feliz de todo el mundo ¿cierto? – me miro y escuche como salía esa hermosa risa que tenia de su boca

La bese, era un beso tierno, por un momento me olvide de todo, solo estábamos ella y yo, mi vida era hermosa ante mis tres hijos y el amor de mi vida, pero no pensé que me podrían sorprender con otro regalo de la vida, un regalo que se que amaría tanto como amaba a esas tres criaturas que nos hacían una familia…